En tiempos de pandemia, aquel 2020, Netflix estrenó en su plataforma Enola Holmes, una aventura adaptaba de la obra de Nancy Springer y que originalmente Warner Bros estaba produciendo pero por las limitaciones decidió vender el proyecto a la plataforma roja. Con críticas en su mayoría positivas, la cinta resultó una oportunidad para su protagonista, Millie Bobby Brown, para no encasillarse con su personaje de Stranger Things. Pese a eso, la película pasada demostró errores que la dejaron irrelevante frente al público y que muchos pasaron por alto; ahora la secuela aprende de sus errores para entregar un producto mejor y mayor entretenido.
Tras los sucesos pasados, Enola Holmes (Millie Bobby Brown) emprende una carrera como detective privada donde tomará su primer caso oficial en el que tendrá que buscar a una chica desaparecida. Su joven inexperiencia y los prejuicios que existían en aquella época para una mujer serán parte de sus obstáculos hasta llegar a los oídos de su hermano, el legendario Sherlock Holmes (Henry Cavill).
Esta nueva entrega de Enola vemos un cambio significativo en el desarrollo de personajes, en especial con la protagonista quien tiene una mejor escritura que la cinta pasada. Enola reconoce sus errores al igual que sus virtudes y su avance como personaje no se ve opacado por un falso desarrollo donde el personaje no tiene que cambiar nada. También entra en esta película el resto del elenco que hace química y se le da su espacio apropiado, en este caso se le hizo justicia al Sherlock Holmes de Henry Cavill que muestra su carisma y habilidad para resolver crímenes, al igual que hay un desarrollo acerca de su soledad y soberbia.
Con el resto de la historia, la forma de armar el suspenso que ronda sobre el crimen es buena aunque no perfecta. Usa recursos muy básicos para mantener al público pendiente del misterio y lo hace bien pero se puede crear un suspenso más elaborado sin perder el sentido de la historia. También el uso de romper la cuarta pared es entretenido de ver como un recurso cómico aunque se llega a abusar en escenas donde no hay necesidad y rompen con el ritmo de la película.
Eso si, la película respeta su antecesora con el aspecto visual muy certero para una película de época; al igual que es fiel a su mensaje de empoderamiento femenino (propósito de estas películas). Estos puntos fueron aciertos que comparten ambas películas y saben aprovecharlo perfectamente para su historia y tapar tropiezos.
Hay varios puntos a favor de esta secuela, que bien son mejores que la antecesora, pero la película por si sola tiene tropiezos pero a fin de cuentas su objetivo es el mero entretenimiento, y lo cumple perfectamente. Podría funcionar cerrar esta trilogía si van en este juego entre Sherlock y Enola quienes tienen a los actores indicados para poder cargar la película. No es la mayor obra del siglo sobre películas de detectives pero si es una buena opción para poder ver un fin de semana en familia o pareja.
Review escrita por Enrique Maldonado