La historia moderna de las películas de DC Comics es llamativa, con solo mencionar el asunto de la nueva administración de Discovery en Warner Bros donde se promete una mejor estructura en el estudio pero esto solo ha generado incertidumbre por despidos y cancelaciones masivas, consecuencia de la fusión de compañías. Es cierto, no todo ha sido oscuridad en DC, hemos visto éxito en proyectos independientes al universo cinematográfico cómo The Batman o The Sandman pero ¿Qué pasará con el DCEU? ¿Aún hay una pizca de esperanza para este universo con poca conexión? Pues esa pizca de esperanza es Black Adam.
Tras más de 5000 años de obtener los poderes de dioses antiguos, y ser sepultado misteriosamente. Teth Adam (Dwayne Johnson) es liberado de su tumba donde ahora repartirá su justicia a su modo al mundo moderno.
Pese a no ser “la mejor película de superhéroes”, Black Adam es un alivio donde las horas se van volando con una historia muy carente de sentido pero con personajes carismáticos. No tenemos que sobre analizar la trama porque no hay un trasfondo; sigue el mismo esquema de una historia de superhéroes convencional donde se enaltece al protagonista y hay un villano desechable.
La magia de esta película con la aprobación del público es el ritmo de la historia y el carisma que los personajes dejan. Tenemos varios ejemplos como Pierce Brosnan en el papel de Dr. Fate y se merece una mención honorífica porque Pierce con su carisma natural y un hechicero supremo de la otra compañía que el propio actor admite haber usado como inspiración logran un personaje completo.
Hay más personajes pero tenemos que hablar del hombre detrás de Black Adam, tanto en el personaje como detrás de cámaras. Sería absurdo decir que Dwayne realizó la mejor actuación en su carrera pero si podemos decir que es el trabajo donde le ha puesto más empeño y pasión. The Rock, en los más de 10 años que llevo la preparación de esta película, produjo y supervisó su debut en el género de superhéroes rechazando personajes importantes para no opacar el desarrollo de Black Adam en su propia película (excepto la gran “sorpresa” de la escena post-créditos que Dwayne defendió y abogó). Se aplaude su trabajo, algo que llega a superar otros papeles icónicos del actor como “Entrenando a Papá”.
Black Adam es una promesa para un nuevo orden en el universo cinematográfico de DC. Justo cuando escribo esta reseña, se anuncia a James Gun y Peter Safran como directivos de DC Studios por lo que aún me genera más confianza y curiosidad sobre el nuevo rumbo que estas películas puedan tener. Al menos en esta película vemos más personajes de producciones pasadas que nos recuerda que todo esta conectado. Black Adam es al final, el símbolo de la esperanza.
Review escrita por Enrique Maldonado